Ciudadania y tolerancia frente a los padecimientos mentales.

Hace un par de días me encontraba leyendo un artículo sobre "La ciudadanía como forma de Tolerancia" Dr. B. Saraceno. El articulo es muy interesante y expone varios puntos y diversidad de situaciones con respecto a la salud mental, a pacientes con alguna enfermedad mental y a la sociedad en general.

Ahora quisiera agregar lo siguiente: Las personas que padecen alguna enfermedad mental, son tratados como indocumentados, estos pueden ser violentados de cualquier forma, sin que en verdad nadie se preocupe. La discriminación del enfermo pasa por los componentes de comportamientos socialmente aceptados, versus comportamientos raros. Logicamente la persona con comportamientos sociales inaceptados pasa a ser excluida del grupo social y al no tener dominio conciente de sus facultades pasa a perder también sus derechos.

Saraceno señala que las condiciones de los hospitales psiquiatricos de los paises desarrollados, como en los paises en subdesarrollo, las condiciones son miserables, ya que esta condición no responde en si al nivel de riqueza de un país; sino a la concepción que se tiene sobre la enfermedad mental. Y que incluso en los paises en subdesarrollo las condiciones o el servicio llegan a ser mejores. Esto es producto de la falta de aplicación y cumplimiento de los derechos humanos de los pacientes con algún padecimiento mental, ya que son una poblacion que se discrimina, se excluye y por lo tanto no es de interes social. Y debido a que tampoco existe nadie interesado en poner alto a esta situación.

Muchas veces el servicio que reciben los pacientes es insuficientes. Un catedrático de mi universidad señala que en una evaluación de un paciente si es necesario hacer, 1,2,3,4,5, se debe de hacer, es decir si se necesitan evaluar diversos aspectos se evaluan, pero no se debe evaluar solo unos y otros no. Por consiguiente los pacientes merecen algo diferente de lo que nosotros hacemos por ellos, esto es común visualizarlo en hospitales donde en realidad el personal hace lo poco que se puede hacer, y muchas veces también se hace sin importar el resultado, es decir, sin pensar en las consecuencias. Es habitual que usted visite una clínica en busca de mejorar su salud, y le den medicamentos que posiblemente lo hagan sentir mejor, pero sin más.

La temática de tolerancia es importante para mejorar las condiciones de pacientes con padecimientos mentales, pero también es necesario cambiar las concepciones de enfermedad metal, y la percepción en general de esto. Es necesario deconstruir y volver a construir los esquemas mentales que permitan la tolerancia y el buen trato hacia la diversidad de personas, esto como muchos otros temas que enmaraña la trama social de momento es una utopía.

Si usted gusta leer el artículo esta disponible acá: "La ciudadanía como forma de Tolerancia"

Importancia del pensamiento de Martín-Baró (Ensayo Parte I)

Importancia del pensamiento de Martín-Baró: Formación de Gremios, y reflexión sobre el quehacer del gremio de psicólogos.

“El saber psicológico debe ponerse al servicio de una sociedad donde el
bienestar de los menos no se asiente sobre el malestar de los más,

donde la realización de los unos no requiera la negación de

los otros, donde el interés de los pocos

no exija la deshumanización”

Ignacio Martín-Baró


El pensamiento de Martín-Baró, es parte fundamental de la psicología social, y también constituye forma parte base de la psicología latinoamericana, es fácil encontrar su nombre en varios artículos, y libros. Así como también es el referente de muchos de los psicólogos sociales de la actualidad. El pensamiento de Martín-Baró, tiene a la base la palabra clave desideologizar (Aquino, Escobar & Salas, 2000), aporte de suma importancia y que finalmente terminó por cobrarle la vida. Pero estudiar el pensamiento de Martín-Baró, también implica reconocer y dar cabida a la memoria histórica y a todo el periodo de historia difícil de El Salvador. Es decir aquella época previa al conflicto, y a la época en pleno conflicto, que es el periodo dentro del cual se desarrolla el pensamiento de Martín-Baró.

A pesar de haber transcurrido veinte años, el pensamiento de Martín-Baró, cuenta con esa cuota de vigencia que adquirió en aquellos años, y es tan aplicable en la actualidad que nada de lo escrito se pierde. Para entender el pensamiento de Martín-Baró, necesitamos de la ética y la práctica cotidiana, ya que son claves en éste pensamiento*. Los fundamentos anteriores más la desideologización forman una triada que sirve para interpretar y entender la base del pensamiento de Martín-Baró, que está dirigido hacia una Psicología de la Liberación. La responsabilidad ética del psicólogo debe ser una ética diferente a la conocida, es decir, una ética pautada para la solidaridad de los débiles, y una ética que no se limite a decir o a teorizar sobre lo “bueno”, sino que tenga como principio fundamental la pretensión práctica de “denunciar lo malo”( Aquino et al, 2000). En el marco de la práctica, lo neceasrio es replantearla, a partir de la perspectiva de las mayorías populares, y optar por acompañarles en su camino histórico hacia la liberación. (Ídem). Y finalmente y no menos importante el pensamiento de Martín-Baró se enmarca en la desideologización, termino que hace referencia a una concientización, como una forma de propiciar la desalienación de las personas y el cambio social (Freire en Martín-Baró, 1983).

A pesar de existir otros elementos que son integradores de la Psicología de la Liberación, los tres antes mencionados, son básicos en todo proceso de liberación, pues representan una oportunidad de cambio, no sólo del individuo sino también de su entorno social. Para encarar un proceso de desideologización es necesario contar con los elementos necesarios, acá podemos asumir que en todo caso la desideologización nos compete a todos, maestros, alumnos, miembros de la sociedad, etc. Pero básicamente y sobre todo a los psicólogos, porque es nuestro quehacer el que debe orientarnos hacia liberar a nuestros pueblos. Pero con la participación activa de todos los gremios.

La palabra gremio viene de latín gremium, que significa regazo, pero básicamente la palabra gremio adquiere un significado referido a la protección y cuidado de sus miembros (Arnal, s/f). Martín-Baró (1989) define a los gremios como grupos funcionales a los cuales les corresponde una tarea determinada al interior de un orden social. La identidad de los gremios proviene, por tanto, de aquello que hacen sus miembros, es decir, de su tipo de actividad. Por ejemplo los maestros se caracterizan por la enseñanza, la práctica de la medicina representa a los médicos, etc.

La actividad de los gremios es una actividad simple, no en el sentido de que sea fácil o que no requiera el dominio de un gran variedad de habilidades, sino en el sentido de que se trata de una única actividad, claramente identificable y diferente de las actividades que realizan otros gremios. Pero en este mismo punto radica una de las debilidades de los gremios, y uno de sus mayores problemas que no se logra diferenciar con claridad la especificidad de su quehacer, por ejemplo no se ve cual es la diferencia entre el psicólogo y el psiquiatra. En cuanto al poder, éste radica en la importancia de la actividad social que desarrolla, así como la calidad de su aporte al orden social establecido (Martín-Baró, 1989).

Si la función del gremio esta vinculada a la importancia de la actividad que desarrolla y a su aporte al orden social, cabe preguntarnos, ¿Para quién son funcionales los gremios, es decir, a las necesidades de o exigencias de quién responden? La funcionalidad de los gremios para la sociedad como un todos, se vincula a su profesionalidad: Cuanto más clara la identidad de un gremio, cuanto más organizado se encuentre, más exigente tenderá a volverse sobre la calidad de su servicio, y sobre las normas éticas que regulen el ejercicio de su profesión (Marín-Baró, 1989). Pero el pensamiento o la funcionalidad de un gremio, debe de ir más allá del compromiso con su praxis, y del compromiso del bienestar de sus integrantes. El gremio debe tener a la base el hecho de conducir desde sus perspectivas y enfoques al ser humano a una liberación, a través de la desideologización, además debe de haber una contribución a recuperar la memoria histórica y a promover la implementación de una justicia reparadora, es decir, de reparación de dolores y conflictos** a los que se enfrenta la sociedad como colectivo, y también en el sentido individual.

Es necesario conocer para quién trabajan los gremios, pues su poder principalmente se encuentra en su inserción en el sistema social, es decir, en cuán adaptado se encuentre a las exigencias del orden social existente, así como en su estructuración interna, es decir, al grado de eficiencia conseguido en sus procedimientos para lograr sus objetivos específicos como respuesta a la demanda social (Martín-Baró, 1989). El rol del gremio es proteger a sus integrantes y velar por sus intereses, pero también debe estar dirigido a orientar las prácticas de sus actividades a mejorar el sistema social, y a responder a la demanda social, debe tener un compromiso, y una ética que acompañe sus labores, así como también ser un canal por el cuál poder desideologizar. La labor del gremio debe de ir mas allá de proteger intereses y debe orientar su quehacer de manera tal que pueda contribuir al cambio social.

En consecuencia, la funcionalidad de un grupo, en este caso un gremio, debe llevarnos a un sentido social, es decir, al servicio de que o de quien existe y funciona este determinado gremio. El problema no solo compete a un análisis social, sino también a un análisis psicosocial. Puesto que en juego se encuentra la humanización o deshumanización de la persona (Martín-Baró, 1989). El análisis que Martín-Baró propone debe ser un análisis que abarque todas las actividades que los gremios o grupos realizan, y hacia que fines están orientadas, que es lo que se puede lograr con esa participación activa, y que beneficios conlleva no solo para el gremio, y el individuo como tal, sino también que beneficios consigue en relación a la sociedad.

En referencia a la labor social que cumplen los gremios, podemos cuestionarnos lo siguiente en relación a la Psicología: ¿Qué significa ser psicólogo? ¿Qué espera la sociedad de nuestro trabajo? ¿Cómo podemos cambiar a la sociedad o contribuir al cambio social? Antes de responder y analizar estas preguntas, Martín-Baró (1989) señaló que el gremio de psicólogos, apenas tiene más identidad como un grupo funcional que la tarea que realiza, que incluso se encuentra mal definida y precisada. Es difícil por tanto afirmar que los psicólogos salvadoreños constituyamos un grupo funcional, en el sentido estricto del termino grupo (…,) no existen más vínculos que los de la agrupación formal, a la que ni siquiera todos los psicólogos del país estamos afiliados, y que carece de influjo significativo tanto frente a otros grupos sociales como incluso antes sus propios miembros. Los psicólogos salvadoreños “somos del mismo gremio”, pero no formamos un grupo funcional gremial.

*Palabras del Lic. Oscar Vázquez, en El Foro Internacional Ignacio Martín-Baró: “Psicología de la Liberación veinte años después”. Noviembre de 2009.

**Palabras de Licda. Cecilia Santiago, en El Foro Internacional Ignacio Martín-Baró: “Psicología de la Liberación veinte años después”. Noviembre de 2009.

Estereotipo, prejuicio, estigma...

Hace un par de días, me encontraba viendo un capitulo de los simpson, en el Homero se encontraba con los Rolling Stones, hasta ahí me parecia divertida la serie -lo cual luego fue un tanto disgustante-. Sucede que este tipo de programa acostumbra a parodiar ciertas eventualidades de Estados Unidos, pero su formato incluye también hacer parodias, de otros países.

Homero, se prepara para dar inicio a un concierto, y empieza a cantar, y mientras lo hace, menciona a nuestro país, si exacto a El Salvador y dentro del público asistente al concierto se encuentra un paisano, la sorpresa es al ver a un tipo vestido en traje de combate, es decir, como quien va a la guerra. (Su aspecto luce más como el de un miembro de la guerrilla)

(Captura del episodio)

Y me dio por pensar en los siguiente tres elementos:

Estereotipo: Idea o imagen aceptada por la mayoría como patrón o modelo de cualidades o de conducta.

Si bien es cierto que nuestro país vivió un periodo prolongado de guerra, también es cierto que no todos somos guerrilleros o militantes del ejército, nuestra sociedad va más allá de eso, y lo que la serie muestra como estereotipo dista de la realidad salvadoreña y representa un claro desconocimiento tanto del país, como de su historia, supongo también que por ser la guerra uno de los fenómenos más relevantes, se toma en cuenta. Pero dejo claro que no es lo que define a nuestra población. Nuestro modelo o patron de cualidades y de conductas no es ser miembro del ejército o de la guerrilla, acá también nos dedicamos a otras labores.

El estereotipo no siempre es acertado y puede incluso llegar a sesgar la percepción.

Prejuicio: Juicio u opinión, generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario

Básicamente esto es lo que se presenta en el programa un prejuicio pues es una opinión marcadamente negativa, ya que supongo que los guionistas del programa no se tomaron el tiempo para investigar sobre nuestro país, y así a falta de conocimiento, se emite un pensamiento inadecuado o incorrecto. Este tipo de programas tiende a mostrar marcadamente las diferencias de raza y de ideologia así que hace uso del prejuicio para obtener argumentos que mostrar en el programa.

Estigma: es una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que su portador sea incluido en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables o inferiores.

Este junto con el prejuicio son los que marcan la situación dentro del programa, hay una clara estigmatización de los miembros de la sociedad, al rededor de veinte años han pasado después de la guerra, y estamos hablando de un capitulo relativamente nuevo, es decir el estigma sigue trascendiendo a nuestras generaciones, independientemente si fuimos o no participes del conflicto armado.

Finalmente nuestro contexto ha facilitado que los tres elementos antes mencionados, y en conjunto represente una imagen equivocada de nuestra sociedad actual. Esta imagen favorece que en cualquier parte del mundo los/las salvadoreños seamos reconocidos como parte del algún grupo bélico, y que ese es nuestro principal atributo. Me siento feliz de ver y en tanto conocer un poco más la realidad de mi país, y también de saber que no todas las personas representamos tal imagen, existen personas que desempeñan otras facetas de las profesiones y lo hacen adecuadamente. He de apuntar que es nuestro deber cambiar esta percepción errónea que el mundo tiene sobre nuestro país, y sobre nuestra gente.

(He de aclarar que el capitulo está en español latino, y no sé si a la hora de traducirlo decidieron mencionar a El Salvador, o si también es así en el capitulo que originalmente se emite en inglés en USA)

¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
Albert Einstein